Sólo un poema sin ambiciones
de amores despojados de quimeras
y quereres furtivos en disfraz melancólico
de un te olvido pero te extraño.
Siempre las lunas de otoño
con sus hojas bañadas en oro
cubren cual manto versos en llanto
haciendo a la tarde inmenso vacio.
Como pétalo que cae de la rosa
así la musa en gajos sobrevive
le acompaño en el abismo
desconocido de mil años.
Hoy acerco tu foto y mi vino
esperé ansiosa la tarde que muere
llené mi reino de palabras amadas
pero mi ser se enteró de nada.
Es el poema grito
de callada esperanza
quizás sea la calle segura
de un mundo que lleve mi nombre.
Pecar entre magia blanca
este es mi destino
formar vida de versos
que sus acontecimientos
arroja por redecillas rotas.
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