Qué sería de mí
sin su manto de lana
en las noches de hielo,
sin su tupida red
bajo mis saltos mortales?
Cómo sería yo exiliada
de su regazo
o de su cruel látigo?
Cómo podría yo
sobrevivir
a tanta belleza y a tanto horror
sin el bálsamo de la palabra?
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