Buenos Aires del Hombre de la Esquina Rosada
y la bruma gris sobre El Riachuelo...
Capital eterna de bohemios...
De esos personajes que aun pasean sus artes
en tranvías fantasmas...
Como el fantasma de mi alma
que te sigue buscando
por los corredores de la memoria...
Hace tantos años que divago vehemente
en pos de tu real identidad,
y sin embargo no hallo develarte como quisiera,
pues siendo una y tantas a vez
logras confundirme,
haciendo que te reconozca como propia
y con más facilidad,
en el plural estereotipado del resto que te admira,
en la Buenos Aires del mundo,
a la que apuntan los ojos extranjeros
con la curiosidad por lejanías...
Cómo la gran urbe
en contraposición de arquitecturas,
donde el misterio del suburbio
eclipsa la grandiosidad del Palermo Viejo...
El Obelisco domina Avenida 9 de Julio y Corrientes,
mientras el viejo Cabildo recuerda epopeyas
junto a la solemne Catedral...
Eres tantos ayeres incrustados en el hoy
que por el aire que respiro
puedo discernir la quemazón
de incineradores y chimeneas
derribadas por el adelanto de la modernidad...
Y de los antiguos lustra botas,ni que decir!
Si todavía los puedo ver como en la infancia,
junto al puesto de diarios
donde el canillita legendario
laceraba con grito penetrante
y vendía en la tonada los periódicos...
Y aunque no lo creas,con todo lo que te digo,
a la hora de describirte, siempre quedo incompleta...
Ay,Buenos Aires de todos,Buenos Aires mía!!!
Dime porque eres tan dispar
en tu contorno de luces y sombras?
Donde ambas conviven sin lucha,
arreciando en la estrofa de algún poeta desconocido
que se inspiró sobre los Héroes y Tumbas, de Sábato...
O los acordes del músico a la gorra
que en las estaciones de subtes aún intenta emular
a Pichuco y Tití juntos
en su bandoneón desvencijado,
que no lleva deseos de crear duelos absolutos...
Ay,Buenos Aires del Marabú de antaño,y el hospital Moyano...
La calle Florida,y el Parque Lezama...
El cafe Politeama,y el Teatro Colón...
Tengo aún mis años atados a tu pasado,
entre conventillos de pisos calcáreos,
glorietas de glicinas,y baños compartidos...
A veces tantos recuerdos entumecidos
que se difunden borrosos por tu actualidad de modernismo,
me hacen lloran a plena nostalgia y temor...
Si temor,a que tu puerto herrumbrado de La Boca
sea copido por los otros,
por los barcos extranjeros que disfrutan
de tu inmensidad mundana...
esa que te regaló en sus colores
azules y oro,
el maravilloso pincel de Quinquela Martín
en sus inicios.
Ay,mi Buenos Aires querida!
Cómo me dueles y me fascinas, en lágrima seca
por el llanto silencioso de tantas esperas...Esas
como cuando observo atónita a La Chacarita
que se despedaza en disputas con La Recoleta
ante el reparto de las almas que mueren en tu suelo...
Mas al cabo de la emoción con este eterno folclore
que se repite diariamente,
me obligas a decirte que no me importa...
Que de todos modos te amo
porque me pariste en el espacio de tu tiempo...
Junto a la mitología que te aloja,entre Hernández y Borges...
Yrigoyen y Perón...Spilimbergo y Soldi...
Pendiendo por siempre sobre mi cabeza
para amargura o regocijo,
como tirana de mis libertades ...
Y documento único de mi identidad porteña.
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