Desde el ventanal (Elizabeth Vivas)

Hoy despierto con extraña alegría

abro el ventanal y le doy entrada al sol

despidiendo al último reflejo del invierno.

En mi alma apenada de otoño

oigo las notas de los pájaros

que en la cumbre de los árboles

cantan con entusiasmo al inicio

de los colores de la primavera.

Mi pensamiento se eleva

con la dulce brisa

y hace cuna en mi pecho.

Apenada pues me siento demente

dejo escapar con suavidad el abismo

que me separa de una vida ardiente.

Transcurre el día sin agonía

dejando mis emociones en el espejo

se acerca la noche.

Me desplazo hacia la fría playa

mis pies descalzos en la arena

junto con la ola que hasta mi llega.

Me traen de regalo un caracol 

que guardará en su interior

la imagen gloriosa de la luna

y ese lucero brillante que me alumbra.

Estoy viva.