Sentada sobre una primavera que se aleja
mi pensamiento es devaneo entre sueño y queja
ya no hay brisa marina, ni una ola que contenga
la humedad de ese beso que se murió en la arena
Amor contra el espejo, que este otoño no espera
me deja tu reflejo desde una cumbre ciega
el brillo de un lucero sobre apenada esfera
el pájaro dormido con su quietud serena
Mi pecho fue la cuna de un sueño de alegría
suavidad de la luna vivió en mi fantasía
la mística fortuna de un verso entre las manos
escondido en el fondo de un corazón humano
Sol que despierta al día de un sueño de agonía
brillo sobre el invierno que dejó tu decreto
y un caracol que duerme sobre la hoja vacía
en el demente fuego de aquel amor secreto.
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