no descascarar el aire
prefiero plantarme,
llenarme de vos,
en el camino de los homenajes,
en definitiva, somos reguero de pólvora
aguardando ser encendidos por el amor.
Y si bien, la resignación
suele caminar sin sandalias
los adoquines tristes,
reclaman su voz,
arden en caravanas
sumidos entre quebrantos
y desesperación.
Entonces el deseo dispara
en medio del día
pregunta a las ventanas
aguarda en un sillón,
cruza los dedos y ruega
que las alma escuchen
que alguien voltee,
que arribe la primavera
que oigan al ruiseñor....
Ella no sabe,
que en medio de la avenida
nos besamos como niños
y los jazmines nos contemplan
con versos propios
en cada flor.
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